No depender de los demás

Uno de los objetivos (tal vez el más importante) de la superación personal es alcanzar la autonomía en todos los aspectos. La persona evolucionada es autónoma en sus opiniones en cuanto que no acepta pasivamente las opiniones de los demás. Sin rechazarlas indiscriminadamente, se toma el tiempo para analizarlas y determinar si quiere hacerlas suyas.
Al igual que en el plano mental, en el plano emocional también la persona evolucionada es autónoma en el sentido de que sus sentimientos no dependen de los demás. Ella se da cuenta de que si quiere vivir en paz no puede permitir que los demás sean la causa de que esté alegre o triste. Los sentimientos de una persona evolucionada son provocados por su propia decisión o por acontecimientos ajenos a la voluntad de una determinada persona.
Esto no quiere decir que la persona evolucionada no tenga sentimientos, lo que es un equívoco muy frecuente. Hay algunos que, al no entender bien este punto, dicen: "¡Pero no se puede vivir sin sentimientos!" Si bien es cierto que todos los sentimientos negativos que hacen enfrentarse a los individuos, como el odio y el enojo, deben ser desterrados, nada te impide disfrutar de sentimientos positivos como la alegría, la amistad y el amor.
También puedes experimentar tristeza por algo que te ha ocurrido o que le ha ocurrido a una persona querida, o por una noticia referente a la humanidad en general, como por ejemplo una guerra, una epidemia o una hambruna en alguna parte del globo. Pero el sentimiento de tristeza o dolor no debe inmovilizarte de manera que no puedas seguir adelante con tu vida a pesar de lo ocurrido.
Las personas que no han conseguido la autonomía, en el sentido que he explicado, viven dependientes de los demás, sean quienes sean: los padres, los jefes, los novios, los amigos, los esposos, tanto en el aspecto mental como el emocional. No tienen opiniones propias, o si las tienen no se animan a exteriorizarlas sin solicitar la aprobación del personaje de autoridad. Son esas personas que no se animan a hacer ninguna afirmación sin agregarle "¿No es cierto, Fulano?" Si Fulano no da su aprobación, inmediatamente retiran lo dicho.
Observa en una reunión en la oficina o en una rueda de amigos, y generalmente verás una persona que no abre la boca hasta que lo hayan hecho todas los demás, para de esa manera saber de qué lado sopla el viento antes de decir lo suyo. Esto no quiere decir que la persona evolucionada ande propalando a todos lo que piensa, sin fijarse en la ocasión ni el momento. Lo que ocurre es que, aunque no lo exprese si no lo considera conveniente, tiene su propia opinión que no depende de lo que digan los demás.
Otro aspecto en que se manifiesta la falta de autonomía es la conducta de la persona, que al fin es también una forma de expresarse. Tú te expresas a través de lo que dices y a través de lo que haces. Hay personas que están psicológicamente incapacitadas para hacer algo que piensan que no recibirá la aprobación de alguna figura de autoridad en particular o de la sociedad en general. Por ejemplo, puede ser que ya seas adulto y sin embargo no quieras hacer cosas que te parece que no tienen nada de malo, pero que no serían del agrado de tus padres.
Si sabes que a alguien podría lastimarle o molestarle algo que tú has hecho, no hace falta que vayas corriendo a contárselo. Pero si te ves en la obligación de manifestar si lo has hecho o no, y prefieres negarlo porque te da vergüenza, entonces no te has liberado de la dependencia. En tanto sientas vergüenza de algo que haces, aunque racionalmente reconozcas que no hay motivo para ello, quiere decir que sigues dependiendo de la aprobación de los demás.
Con respecto a las infelicidades de origen amoroso es donde existe más confusión sobre el tema de la autonomía. La mayoría de las personas entiende que el amor debe ser algo recíproco y que si tú amas a una persona, esa persona te debe amar a ti. Si tu amor no es correspondido, no te queda más remedio que ser la clásica víctima de amor.
Sin embargo, esto no tiene que ser necesariamente así. En primer lugar, nada te impide amar a otra persona aunque esa persona no te ame a ti o tal vez ni tenga noticia de tu existencia. En segundo lugar, si la otra persona no te devuelve tu amor, no es obligación que tengas que sentirte infeliz. Si, para amar a alguien, necesitas que esa persona te ame a ti, eso no es verdadero amor sino un sentimiento egoísta y que te hace dependiente del otro.

Comentarios

Anónimo dijo…
"Si, para amar a alguien, necesitas que esa persona te ame a ti, eso no es verdadero amor sino un sentimiento egoísta y que te hace dependiente del otro."

Pero entonces...hasta cuando uno puede amar sin sentir el amor del otro? ah?

no se, eso me parece cualquiera; quizas al principio uno pueda soportar No sentir el amor correspondido, pero si eso se vuelve costumbre, me parece que a esa persona hay que dejarla.

Bueno, el articulo me gusto, menos ese ultimo renglon que me parece exagerado.

Yo lo cambiaria por "amar como te amen a ti" (esto igual lo dijo un filosofo...no me acuerdo cual, esta en el libro "la guerra del amor" de Abraham)
Anónimo dijo…
Hola Ann, bueno si se puede amar sin ser correspondida, pero me referia a amar porque sientes ganas de amar, no al hecho de tener una relación con alguien que no sienta el mismo amor por ti, Ama porque tienes ganas de hacerlo no por esperar que te amen de igual manera, saludos

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