Una terrible historia de amor...

Lo amaba y nunca se lo hice saber.
Nunca le di un abrazo y jamás le dije cuanto lo querría viví muy cerca de su vida, conocí a todas sus novias, amigas, y hasta su esposa.
Siempre lo aconsejé, estuve con el en el momento mas difícil, su divorcio, la muerte de su padre y de su madre, pero jamás pude sacar un minuto y decirle cuanto lo amaba, nunca le dije mis sentimiento por el, simplemente me conformaba con ser su amiga aunque en el fondo lo que yo mas anhelaba era mas que una amistad.
En un momento de mi vida yo me tuve que mudar de Miami y lo tuve que dejar.
Yo le prometí que nos mantendríamos en contacto, pero cada día que pasaba yo mas lo extrañaba y mas deseaba estar con el.
Por allá no me iba muy bien, yo sentía que tenia miles de problemas, y un día recibí su llamada y le dije amigo tengo muchos problemas ,voy para allá en un mes.
El me permitió que le contara mis problemas y estuvo varias horas escuchándome y yo le conté sobre mi trabajo, sobre lo mal que me había ido.
Cuando terminé de contarle mis problemas yo le di las gracias por escucharme y le hice saber que pronto iría por allá, cuando nos íbamos a despedir el me dijo, espera que tengo que decirte una triste historia.
Me he involucrado con una muchacha muy linda, es rubia de ojos verdes, un cuerpo como el de madona. Llevo un año con ella, tiene un hijo, el cual no es mío, pero por desgracia, hace un mes, la mató su ex-novio, el cual me hizo saber que ella estaba enferma, una enfermedad que no tiene cura.
Yo lo escuchaba atentamente, a que yo lo amaba y estaba loca por llegar a Puerto Rico donde el vivía para decirle cuanto lo amaba y cuanto deseaba estar con el pero en un minuto mi mundo se nubló.
Cuando el me dijo, amiga por culpa de ella tengo Sida. Estoy muriendo, estoy en cama, y saber que ya pronto te voy a perder me hace morir mas pronto, hoy yo te llamé para darte esa terrible noticia, y para poder decirte lo que nunca te dije, que te amaba.
Mi mente se nubló, y un nudo se formó en mi garganta, y con lágrimas en los ojos yo le dije que también lo amaba, pero que jamás yo pensé que el iba a salir con la enfermedad del sida.
En eso nos despedimos y yo le dije que estaría ahí lo antes posible.
Ese día a las 6:00 de la mañana suena el teléfono, era la policía, diciéndome que mi amigo Esteban se había suicidado ya que sabía que jamás podría tener a la mujer que siempre amó.
Y para mi gran sorpresa esa mujer era yo.
Si aman a alguien diganselo hoy, mañana puede ser muy tarde

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