Triste relato...

Una tarjeta que esperaba ser abierta, leída y anhelada.
Unas palabras que esperaban ser entendidas y aceptadas...
cuanto tiempo más esa tarjeta esperará junto al autor.

Tú ya sabes lo que es desamor verdad?...
yo lo volví a sentir, lo más triste es cuando lo genera alguien especial.
Perdí! un alma enamorada pudo ser desplazada por el licor;
como mi mamá con mi papá o como yo con quien amaba.
No hay momento más triste que esperar tanto de alguien y nunca llega.
La hora ya está llegando hubiese preferido que sea distinto...
pero quien escoge, el tiempo de muerte y la forma...
creo que nadie lo puede no?
Claro, si tuviese un apoyo mi pena sería menos triste.

Entre la madrugada y la luz del día pasan horas,
pero que lentas se hacen cuando uno está sumergido en una terrible espera,
tristeza y ansias.
Y cuando uno cree que un timbre de teléfono lo borrará todo...
las cosas empeoran y sólo te vuelves preso del desconcierto, de la desilusión y de la amargura.

Antes el asesinato hubiese sido fulmínate pero estoy agonizando.
Mi corazón late lentamente y mi cuerpo se desgasta lentamente al igual que las ilusiones
y los sueños que alguna vez fueron el motor de mi vida.

" SE SUFRE PERO SE OLVIDA" eso es bien cierto y la experiencia
-imagino- ya nos enseñó "NO puedo vivir sin ti", "Me haces falta",
" Nunca me dejes", "Te necesito cerca", TE AMO frases trilladas
que pueden desaparecer con el viento, que pueden ser desplazadas por un trago,
un par de personas y la frustración de la gente que nos rodea, nos vuelve igual a ellos.
Insensibles, desconsiderados y egoístas...

TODO PASA COMO LA BREVEDAD DE TIEMPO espero que eso ocurra,
que llegue el momento de soñar bajo la luz de la luna, con una llamada,
con un beso, con una caricia, con un caramelo, con una carta de amor,
con un poco de buen tiempo, con una sonrisa, con una verdad, con una promesa,
con un compromiso y con un corazón dulce, sólido, honesto.
Solo Pido con todas mis fuerzas que alguna vez vuelva todo eso en mi vida y
que nadie pierda la esperanza de encontrar su otra mitad.

Tal vez un poco de licor pueda borrar temporalmente la realidad y después qué?
cuando despiertas de la embriaguez y te encuentras acabado
sin un te quiero, sin un te extraño...
rodeado de mucha gente que no termina de llenar un espacio que sólo puede ocuparlo
quien uno eligió con tanta emoción con tanta seguridad.

"Un roto para un descocido" así me dijo alguien; seguro que sí.
Pero cuánto tiempo pasará para encontrarlo, cuántos tropiezos más
uno tiene que soportar para verlo frente, abrazarlo y decirle ERES TÚ gracias.

Penas de amor, las más comunes entre los seres humanos y las menos deseadas...
pero inevitables.
No sé que esperar ahora que ya no tengo amor y solo me he quedado con las penas,
ni la llamada más tierna de una madre, ni las palabras más lindas de un padre,
ni la presencia de un hermano y la compañía de una buena amiga
pueden calmar la nostalgia de quien ha amado como nunca.
Es duro, difícil y desesperante.

Yo no quiero que nadie pase esto, no se lo deseo a ninguna persona
que entrega no sólo el cuerpo, sino el alma y regala el corazón
a una perfecta desconocida que un día llega disfrazada de musa,
cargada de mentiras, de fantasías.
Sonriendo como si ella fuese la salvadora de pecados.

NADIE ES PERFECTO, pero al menos lo intentamos.
Los errores que fuertes y poderosos pueden ser verdad!
pueden acabar en décimas de segundo con tantos sentimientos fuerte...
¿ es acaso que nunca fueron realmente fuertes y verdaderos esos sentimientos?

"El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde,
no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita,
no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad.
El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor no pasará jamás” (1 Cor. 13, ss)

¿De todo eso cuánto uno cumple y cuánto no? sería cuestión de meditarlo

Acabo con mi escrito hoy Jueves, 01 de setiembre a las 4:17 pm,
sin indicios de ver a quien esperé, sin cambiar un milímetro
las intenciones egoístas de quien recibirá esto.
Sólo extrañaba lo de antes, su interés, su atención, su dedicación,
y todo lo que alguna vez junto a una alameda se prometió.
Ni la fuerza de un inmenso mar podrá respaldar una promesa incumplida,
ni los litros de lágrimas que se derramen en nombre del amor
podrán conmover a un corazón que no cree en el amor, que no cree en un sentimiento.

Que esto sea el testimonio de un ser abatido, desconsolado y
con ganas de haber amado de verdad.

Esta es una carta escrita por alguien que cometió muchos errores, uno de ellos: no controlar emociones y a la vez amar sin medidas.

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