La Herida mas Profunda...

Yo estaba dejando Nueva York en un vuelo que salió 45 minutos antes de que lo inconcebible pasara.
Cuando aterrizamos en Detroit, el caos ya se había desatado.
Cuando asimilé el hecho que el sistema de defensa americano había sido superado tan trágicamente, yo no podría responder al principio.
Mi esposa e hijo también estaban en el aire en los vuelos separados, uno a Los Ángeles y el otro a San Diego. Mi cuerpo se puso rígido de miedo.
En todo lo podía pensar era en su seguridad y me tomó varias horas averiguar que sus vuelos habían sido desviados y los dos estaban a salvo.
Extrañamente, cuando las noticias buenas llegaron , mi cuerpo todavía sentía que había sido golpeado por un camión.
De alguna manera parecía sentir un trauma mayor que abarcaba a los miles que no sobrevivieron y a los miles que sobrevivieron y que pasarán por meses y años de infierno.
Y yo me pregunté, ¿Por qué no sentía yo de esta manera la semana pasada?
¿Porqué mi cuerpo no estuvo así , dolorido, durante el bombardeo de Irak o Bosnia?
Alrededor del mundo mi horror y preocupación son experimentados todos los días.
Las madres lloran horrendas pérdidas, se bombardea a los civiles implacablemente, se priva a los refugiados de cualquier sentido de casa o patria. ¿ Por qué yo no sentí su angustia lo bastante como para clamar por un alto en todo eso?
Cuando oímos las llamadas para incrementar la seguridad americana y dar una feroz contestación al terrorismo, es obvio que ninguno de nosotros tiene respuestas.
Sin embargo, nos sentimos compelidos para hacer algunas preguntas.
Todo tiene una causa, entonces tenemos que preguntar la causa de la raíz de esta maldad.
Debemos averiguar no superficialmente sino al nivel más profundo.
No hay ninguna duda que el mal está vivo alrededor del mundo y que incluso se lo celebra.
¿ Este mal crece a partir del sufrimiento y la angustia sentida por personas que nosotros no conocemos y de los que por lo tanto nos desentendemos?
¿Han vivido ellos durante mucho tiempo en esta condición?
Uno asume que que quienquiera hizo este ataque siente un odio implacable hacia los Estados Unidos.
¿Por qué nos seleccionaron a nosotros para que se focalice acá este sufrimiento ?
Todo este odio parece tener su base en la religión .
¿ No es algo muy malo cuando los jihads y las guerras se desarrollan en el nombre de Dios?
Dios es invocado con odio en Irlanda, Sri Lanka, India, Pakistán, Israel, Palestina, incluso entre las sectas intolerantes de América.
¿Acaso una respuesta militar puede crear alguna diferencia en la causa subyacente del odio?
¿No hay una herida profunda al corazón de la humanidad?
¿Si hay una herida profunda, no afecta a todos?
Cuando las generaciones de sufrimiento responden con bombas, ataques suicidas, y guerra biológica ¿quien desarrolló primero estas armas? ¿Quién las vende?
¿Quién ha dado a luz las tecnologías satánicas que ahora se vuelven contra nosotros?
Si todos nosotros estamos heridos ¿sirve la venganza?
El castigo en cualquier forma hacia quien quiera que sea ¿resuelva la herida o la agrava?
¿Puede el "ojo por ojo,diente por diente y miembro por miembro" dejarnos a todos ciegos, sin dientes y cojeando?
La guerra tribal se ha mantenido durante dos mil años y ha sido ahora magnificada globalmente.
¿Puede terminarse con la guerra tribal? ¿Son el patriotismo y nacionalismo incluso relevantes todavía, o es ésta otra forma de tribalismo?
¿Qué vamos usted y yo como personas a hacer sobre lo que está pasando?
¿Podemos acaso permitirnos el lujo de que la profunda herida se haga una llaga supurando?
Todos estamos llamando a este suceso un ataque a los Estados Unidos, ¿pero no es él una hendidura en nuestro alma colectiva?
Cuando hayamos afianzado una vez más nuestra seguridad y atendido a los heridos, después de que el periodo de shock y duelo haya pasado, será tiempo para la búsqueda del alma.
Yo sólo espero que estas preguntas se confronten con la más profunda intención espiritual.
Ninguno de nosotros se sentirá seguro de nuevo detrás del escudo de poderío militar y los arsenales acumulados.
No puede haber seguridad hasta que la raíz de lo que causa el conflicto, se enfrente.
En este momento de shock pienso que ninguno de nosotros tiene las respuestas.
Es indispensable que oremos y nos ofrezcamos solaz y ayuda unos a otros.
Pero si usted y yo estamos teniendo un solo pensamiento de violencia o odio contra cualquiera en el mundo en este momento, sepamos que estamos contribuyendo a las heridas del mundo.

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