La Esposa de Dios...

Un niño de unos diez años de edad, estaba descalzo, parado frente a una zapatería de Broadway, mirando a través del escaparate y tiritando de frío. Una dama se le aproximó y le dijo:

- Amiguito ¿qué estás mirando tan atentamente en ese escaparate?
- Estaba pidiéndole a Dios un par de zapatos - fue la respuesta del niño.

La dama lo cogió de la mano, entró con él en la tienda y pidió media docena de calcetines para el niño. También preguntó al empleado si sería posible obtener una palangana con agua y una toalla. Ambas peticiones le fueron atendidas con rapidez.
Entonces llevó al pequeño a la trastienda y, quitándose los guantes, se puso de rodillas, le lavó los menudos pies y los secó con una toalla.

Para entonces, el empleado ya había vuelto con los calcetines. Poniéndole un par, le compró un par de zapatos y colgando de una percha los restantes calcetines, se los dio. Luego, lo acompañó a la entrada mientras le decía:

- ¿No es cierto, amiguito, que ahora te sentirás mucho mejor?
Cuando se volvía para irse, el atónito crío la cogió de la mano y mirándola fijamente,
con lágrimas en los ojos, respondió a la pregunta con estas palabras:

- ¿Eres la esposa de Dios?

Comentarios

J a Z dijo…
Bello Texto.
Y por cierto, te ha quedado de lujo el Blog, lindo ambiente Otoñal. Me encanta! =)

Saludos Colega.
Se le aprecia.

Bye
Jim dijo…
Gracias Colega.

Aunque no hablamos mucho, sabes que siempre contaras conmigo.

Un beso te me cuidas
Anónimo dijo…
HERMOSO ESCRITO..Y BUENA ENSEÑANZA
OJALA QUE TODOS PODAMOS APRENDER..DE ESTO Y SABER QUE MUCHAS VECES SIEMPRE HAY ALGUIEN AL LADO DE UNO QUE NECESITA UNA AYUDITA..LINDO DIA..UN BESITO..CLAU

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