Mi soledad...

Llantos de almohada que el destino no escucha,
rabia contenida de no comprender porqué,
un deseo que jamás se cumple,
anhelos muriendo antes de nacer.

Preguntas que no encuentran respuesta,
pensamientos que zozobran en Dios,
lágrimas que brotan de impotencia,
tristeza que desangra a un herido corazón.

Sentimientos que en el silencio se pierden,
nubes negras que impiden ver el sol,
súplicas que el destino no escucha
profetizan una vida de dolor.

Ilusiones que contra el futuro se estrellan,
barreras imposibles de saltar,
mil pasos que a ningún lado llevan
negras nubes que no dejan ver el sol.

De mis miedos hablo contigo,
siempre dispuesta a ayudarme,
ofreciéndome consuelo en tu hombro
donde lloro mis mil pesares.

Quiero rendirte tributo,
silenciosa amiga… fiel confidente,
siempre serás mi futuro,
jamás dejarás de estar presente.

Me acostumbré a tus caricias,
a ahogar mis penas en tu cálido abrazo,
en la oscuridad de mi vida
eres la tenue luz que ilumina mis pasos.

No quiero que me abandones,
al mundo no quiero salir,
quiero quedarme contigo,
rodeado de ti soy feliz.

Comentarios

Yolanda dijo…
transmite mucho dolor,tanto que suplica a su amiga que no le abandone nunca,¿hasta donde tenemos derecho a suplicar a una amiga si no somos capaces de transmitir ningun tipo de alegria? igual ¿es que somos egoistas?pero es verdad que es un privilegio muy grande tener una amiga como la que tu tienes

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