Reflexiones...
Durante cuantas lunas ¿has estado afligida? ¿Acaso no estaba yo pensando en ti cuando el rostro del mundo no era sino fuego y roca? El silencio del espacio infinito solo era trastocado por el murmullo de mi anhelo desesperado.
Yo era nada y sin embargo tú lo eras todo, aunque la nada y el todo deben unirse en una sacrílega danza, arropados por las brazas sempiternas del fuego que rige al universo entero y a las pobres almas que deambulan en sus confines: inocentes de su origen, pero culpables de su camino e ignorantes de su destino.
Súbitamente eres tangible, ahora me estremezco al pensar que solo debo conformarme con el conocimiento de tu existencia física y la contemplación de tu imagen, cruel es el destino para quien demasiado espera, el deseo caprichoso mientras más intenso menos satisfecho termina.
En propósito de consuelo, para aferrarse con el alma a un pequeño rayo de luz que atraviesa la pesada penumbra q envuelve mi sentimiento, he de engañarme creyéndote mía en los etéreos planos que contienen a los espíritus, que solo se pueden presentir y nunca poseer mutuamente.
Si por haberte encontrado y sin embargo estar sentenciado como imposible este sentimiento antes de existir, he de transitar desde ahora por un profundo infierno que no es ni caliente ni frío, sino lleno de una tibieza antinatural que intenta adormecer mi deseo y hacerme creer que aquello seria algo positivo, yo haré el recorrido con fe de que todo lo que alguna vez sentí lo sentí por ti y en un instante que encierra una eternidad, porque cuando pienso en ti es como si el futuro devorara al pasado y lo que siempre será imposible…
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