La Actitud ante las cosas...
Jerry era el tipo de persona que te encantaría odiar. Siempre estaba de buen humor y siempre tenía algo positivo que decir. Cuando alguien le preguntaba como le iba, él respondía: "¡Si estuviera mejor, sería gemelos!".
Era un gerente único porque tenía varias camareras que lo habían seguido de restaurante en restaurante. La razón por la que las camareras seguían a Jerry era por su actitud. Era un motivador nato. Si un empleado tenía un mal día, Jerry estaba ahí para decirle al empleado cómo ver el lado positivo de la situación.
Ver este estilo realmente me causó curiosidad; así que un día fui a buscar a Jerry y le pregunté:
- ¡No lo entiendo! No es posible ser una persona positiva todo el tiempo ¿Cómo lo haces?
Jerry respondió:
- Cada mañana me despierto y me digo a mí mismo, "Jerry, tienes dos opciones hoy. Puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor". Escojo estar de buen humor. Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello. Escojo aprender de ello. Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo hacerle ver el lado positivo de la vida. Escojo el lado positivo de la vida.
- Sí, claro... pero no es tan fácil - protesté.
- Sí lo es - dijo Jerry -. Todo en la vida tiene relación con las opciones. Cuando quitas todo lo superfluo, cada situación es una elección. Tú eliges como reaccionas a cada situación. Tú eliges como la gente afectará a tu estado de ánimo. Tú eliges estar de buen humor o de mal humor. En resumen: Tú eliges cómo vivir la vida.
Reflexioné sobre lo que Jerry me dijo.
Poco tiempo después, dejé la industria de la restauración para iniciar mi propio negocio. Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en él cuando tenía que hacer una elección a favor de la vida en lugar de reaccionar contra ella.
Varios años mas tarde, me enteré que Jerry hizo algo que nunca debe hacerse en el negocio de los restaurantes: Dejó la puerta de atrás abierta una mañana y fue asaltado por tres ladrones armados.
Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano temblando por el nerviosismo, resbaló de la combinación.
Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon.
Afortunadamente, Jerry fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia al hospital local.
Después de dieciocho horas de cirugía y semanas de cuidados intensivos, Jerry fue dado de alta aún con fragmentos de bala en su cuerpo.
Me encontré con Jerry unos seis meses después del accidente y cuando le pregunté como estaba, me respondió: "Si estuviera mejor, sería gemelos. ¿Qieres ver mis cicatrices?".
Rehusé ver sus heridas, sin embargo le pregunté que pasó por su mente en el momento del robo.
- Lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás - respondió Jerry -. Después, cuando yacía en el suelo recordé que tenía dos opciones: Podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir.
- ¿No sentiste miedo?, ¿perdiste la consciencia? - le pregunté. Jerry continuó:
- Los paramédicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de médicos y enfermeras, realmente me asusté. Podía leer en sus ojos: "Es hombre muerto".
Supe entonces que debía pasar a la acción.
- ¿Qué hiciste? - pregunté.
- Bueno, había un robusta enfermera haciéndome preguntas - dijo Jerry - me preguntó si era alérgico a algo. "Sí" contesté. Doctores y enfermeras hicieron una pausa esperando mi respuesta. Respiré profundamente y grité: "¡A las balas!". Mientras reían les dije: "Estoy escogiendo vivir. Opérenme como si estuviera vivo, no muerto"
Jerry vivió gracias a la habilidad de sus médicos pero también debido a su asombrosa actitud.
Aprendí de él que cada día tenemos la elección de vivir plenamente.
La actitud, al fin y al cabo, lo es todo.
Era un gerente único porque tenía varias camareras que lo habían seguido de restaurante en restaurante. La razón por la que las camareras seguían a Jerry era por su actitud. Era un motivador nato. Si un empleado tenía un mal día, Jerry estaba ahí para decirle al empleado cómo ver el lado positivo de la situación.
Ver este estilo realmente me causó curiosidad; así que un día fui a buscar a Jerry y le pregunté:
- ¡No lo entiendo! No es posible ser una persona positiva todo el tiempo ¿Cómo lo haces?
Jerry respondió:
- Cada mañana me despierto y me digo a mí mismo, "Jerry, tienes dos opciones hoy. Puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor". Escojo estar de buen humor. Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello. Escojo aprender de ello. Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo hacerle ver el lado positivo de la vida. Escojo el lado positivo de la vida.
- Sí, claro... pero no es tan fácil - protesté.
- Sí lo es - dijo Jerry -. Todo en la vida tiene relación con las opciones. Cuando quitas todo lo superfluo, cada situación es una elección. Tú eliges como reaccionas a cada situación. Tú eliges como la gente afectará a tu estado de ánimo. Tú eliges estar de buen humor o de mal humor. En resumen: Tú eliges cómo vivir la vida.
Reflexioné sobre lo que Jerry me dijo.
Poco tiempo después, dejé la industria de la restauración para iniciar mi propio negocio. Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en él cuando tenía que hacer una elección a favor de la vida en lugar de reaccionar contra ella.
Varios años mas tarde, me enteré que Jerry hizo algo que nunca debe hacerse en el negocio de los restaurantes: Dejó la puerta de atrás abierta una mañana y fue asaltado por tres ladrones armados.
Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano temblando por el nerviosismo, resbaló de la combinación.
Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon.
Afortunadamente, Jerry fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia al hospital local.
Después de dieciocho horas de cirugía y semanas de cuidados intensivos, Jerry fue dado de alta aún con fragmentos de bala en su cuerpo.
Me encontré con Jerry unos seis meses después del accidente y cuando le pregunté como estaba, me respondió: "Si estuviera mejor, sería gemelos. ¿Qieres ver mis cicatrices?".
Rehusé ver sus heridas, sin embargo le pregunté que pasó por su mente en el momento del robo.
- Lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás - respondió Jerry -. Después, cuando yacía en el suelo recordé que tenía dos opciones: Podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir.
- ¿No sentiste miedo?, ¿perdiste la consciencia? - le pregunté. Jerry continuó:
- Los paramédicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de médicos y enfermeras, realmente me asusté. Podía leer en sus ojos: "Es hombre muerto".
Supe entonces que debía pasar a la acción.
- ¿Qué hiciste? - pregunté.
- Bueno, había un robusta enfermera haciéndome preguntas - dijo Jerry - me preguntó si era alérgico a algo. "Sí" contesté. Doctores y enfermeras hicieron una pausa esperando mi respuesta. Respiré profundamente y grité: "¡A las balas!". Mientras reían les dije: "Estoy escogiendo vivir. Opérenme como si estuviera vivo, no muerto"
Jerry vivió gracias a la habilidad de sus médicos pero también debido a su asombrosa actitud.
Aprendí de él que cada día tenemos la elección de vivir plenamente.
La actitud, al fin y al cabo, lo es todo.
Comentarios
y con cuerdo con la ultima historia .... la vida me a ensañado que la actitud lo es todo
saludos